Conocemos solo cuatro personas aburridas. Creemos que el resto de nuestros amigues son bastante interesantes. Sin embargo, la mayor parte de nuestros amigues interesantes piensan que somos aburrides: los más interesantes son los que nos encuentran más aburrides aun. Aquellos pocos que están en la línea media, con quienes el interés mutuo es recíproco, desconfiamos: a veces sentimos que son demasiado interesantes para nosotros, otra veces que somos demasiado interesantes para elles.