nochebuena.
Estoy tan linda que es un desperdicio.
No siento nada. No siento nada, ma.
Me olvidé. Mentí de día.
Antes podía escribir.
Hoy beso a los pacientes en la entrada y la salida
con desvelo técnico.
Freud y yo peleamos mucho
Irene desde el cielo me desmiente: dejó de coger a los 45 años.
Sin embargo soy joven estrenando taco de aguja
que camina mal, pisa más de lo que debe
lleváme cerca de las botas negras
quien pudiera